¿QUÉ ES UNA ARTROSCOPIA?
El término griego ‘Artroscopia’ surge de la unión de dos palabras: arthros (articulación) y scopia (visión).
La artroscopia es una técnica mínimamente invasiva que tiene como objetivo observar las estructuras del interior de la articulación (intraarticulares) a través de una pantalla. Esta consiste en la introducción de una cámara (artroscopio) en una pequeña incisión que permite esa visualización de la articulación.
Se puede realizar en diversas articulaciones, como la rodilla, el hombro, el tobillo o la muñeca.
¿CÓMO ES UNA RODILLA?
La rodilla posee dos meniscos en su interior, uno interno y otro externo, y dos ligamentos en el centro que le dan estabilidad: el ligamento cruzado anterior y el ligamento cruzado posterior. En su interior contiene líquido articular, como cualquier articulación.
Está formada por tres huesos: fémur (en el muslo), tibia (por delante de los gemelos) y rótula (en la parte anterior), que están recubiertos por cartílago. El cartílago tapiza las articulaciones por dentro como si fuera una moqueta. Cuando nacemos, es liso y de color blanco. Según pasan los años se desgasta (“condropatía”), y cuando el desgaste es avanzado se denomina “artrosis”, que es una de las causas más frecuentes de dolor de rodilla.
En ocasiones nuestro dolor tiene un origen mixto, parte por la rotura del menisco y parte por el desgaste del cartílago. Si es así, tras la cirugía del menisco (meniscectomía parcial), el cirujano explicará el desgaste que tiene el cartílago y los tratamientos a seguir.
Los meniscos son los “amortiguadores” de la rodilla y distribuyen la carga. Cuando se rompen, podemos notar dolor, limitación para la flexión de la rodilla, hinchazón, bloqueos (la rodilla “se engancha”) e incluso sensación de fallo.
Cada menisco se subdivide en tres partes: cuerno anterior, cuerpo y cuerno posterior, que es la que se rompe con mayor frecuencia.
Puede existir una rotura de un menisco, de ambos o se puede asociar a otras lesiones como , por ejemplo, la rotura del ligamento cruzado anterior.
¿EN QUÉ CONSISTE UNA ARTROSCOPIA DE RODILLA?
Para la artroscopia de rodilla, el cirujano realiza dos pequeños cortes (“portales”) en la parte anterior de la rodilla, por debajo de la rótula, a ambos lados del tendón rotuliano (el tendón que une la rótula con la tibia). Por uno de los portales laterales se introduce la “cámara” que hará que nuestra rodilla se vea en la pantalla y, por el otro, el instrumental de artroscopia necesario para analizar y tratar la rotura del menisco.
Durante la artroscopia se visualizan todas las estructuras que hay en el interior de la rodilla: el cartílago articular, los dos meniscos y los dos ligamentos cruzados. Además, el cirujano examina si el resto de estructuras poseen alguna patología como el desgaste del cartílago (condropatía).
Cuando el menisco tiene una rotura, generalmente ésta sólo afecta a una parte del menisco. En este caso, el cirujano “recorta” la parte de menisco que está rota, la cual ya no realiza su función y produce esos problemas (dolor, hinchazón, fallos, bloqueos…). Este recorte de parte del menisco es lo que técnicamente se denomina “meniscectomía parcial artroscópica”. El resto del menisco que no está dañado se mantiene, dado que sí cumple con su función.