La prótesis de rodilla (PTR) consiste en el reemplazo de la articulación de rodilla por una articulación artificial mediante una intervención quirúrgica. Esta cirugía es un procedimiento que ayuda al paciente a aliviar las dolencias y poder mover la articulación de nuevo.
Los motivos más comunes por los que se realizan estas intervenciones se deben a la artrosis de rodilla, a algún tipo de fractura en el que se ve afectado en gran medida el hueso subcondral o la presencia de tumores óseos.
El reemplazo de la rodilla se basa en retirar los huesos y el cartílago dañados de la articulación y sustituirlo por la piezas artificiales (prótesis). La prótesis total de rodilla permite recuperar la movilidad y la estabilización de la rodilla al paciente.

Generalmente, la duración de estas prótesis en personas mayores puede ser de por vida. No obstante, en personas jóvenes es posible la necesidad de hacer otra intervención para el recambio del material protésiso.
La cirugía tiene una duración aproximada de dos horas y para ella necesitamos que el paciente se haya realizado anteriormente las pruebas necesarias para localizar la afección y el preoperatorio correspondiente.
Una vez el paciente es dado de alta deberá seguir las instrucciones del fisioterapeuta para potenciar de nuevo la musculatura de la zona operada, ganar movilidad y poder poco a poco abandonar las muletas o el andador.
Aproximadamente al mes o dos meses después de la cirugía, el paciente puede retomar actividades cotidianas como conducir coche, pasear, ir en bicicleta….